El ataque informático contra la productora se producía la semana pasada a cargo de un grupo bajo el nombre de "#GOP" o "Guardians of Peace". Además de paralizar los equipos de Sony Pictures, los hackers sustrajeron y publicaron una gran cantidad de datos de la compañía cuya autenticidad se ha corroborado durante los últimos días.
Entre los materiales filtrados se encuentra un enorme surtido de datos personales y cinco películas producidas por Sony Pictures, que en algunos casos no se han estrenado en cines. Buzzfeed destaca que la última ronda de filtraciones presenta archivos sin codificación y con nombres descriptivos como "listas de contraseñas.xls" o "Passwords de YouTube.xlsx".
En estos momentos, la autoría del ataque continúa siendo investigada por el FBI y otras autoridades. La teoría más extendida apunta hacia el gobierno de Corea del Norte, posiblemente como respuesta a la comedia The Interview que dramatiza un complot para asesinar al líder Kim Jong-un.
Pese a los indicios que soportan esta relación, el gobierno norcoreano ha negado en Reuters cualquier ataque a Sony Pictures. Igualmente, el propio estudio ha desmentido que Corea del Norte sea el origen del ataque y ha tachado a los rumores sobre la autoría como "inexactos".