"No sabemos nada sobre los emails amenazantes recibidos por empleados de Sony", reza el mensaje redactado en un inglés gramaticalmente incorrecto. "Pero deberíais juzgar sabiamente por vosotros mismos por qué esas cosas ocurren y quién es el responsable de ello".
Los hackers demandan específicamente que Sony cese de forma inmediata la proyección de la "película de terrorismo que puede romper la paz regional y causar la guerra". Presumiblemente, esta frase se refiere a la comedia The Interview que se ha colocado en el ojo del huracán al satirizar un complot para asesinar a Kim Jong-un.
El grupo amenaza a Sony con represalias en caso de seguir ignorando sus demandas: "Parece que pensáis que todo irá bien, si encontráis al atacante. Os lo advertimos de nuevo. Cumplid nuestras demandas si queréis escapar de nosotros. […] Vosotros, Sony y FBI, no nos podéis encontrar", escriben los piratas pese a la localización de los rastros del ataque.
Ayer mismo, el régimen norcoreano volvió a negar su relación con los ataques en el diario The Guardian. No obstante, el portavoz del país asiático justificó el hackeo calificándolo como un "acto justo de partidarios y simpatizantes" en respuesta al daño "a la dignidad del liderazgo supremo" ejercido por el filme The Interview.
Mientras se siguen descubriendo datos sensibles en los 140 GB de documentos ya filtrados (de un total que supuestamente alcanza los 10 TB), Sony continúa tomando medidas para proteger a los individuos expuestos. Según reporta Variety, el FBI ofrecerá a los empleados de Sony Pictures una serie de seminarios de ciberseguridad a lo largo de esta semana.