Kim asegura que al enterarse de la noticia "que le cambió la vida" no pudo sostener las lágrimas, debido a que de no haber conseguido el permiso, el jugador de StarCraft surcoreano habría tenido que cumplir el servicio militar obligatorio de su país de origen. A largo plazo Kim espera convertirse en ciudadano americano.
"Me ponía tan celoso cuando otros coreanos viajaban a EE.UU. para torneos", comenta Kim en una nota de prensa. "He intentado ir a EE.UU. también, pero me denegaron el permiso tres veces, y ya estaba preparado para rendirme… casi por completo, ha sido mucho drama".
El jugador ganó en Estados Unidos 100.000 dólares en premios en 2012 y firmó un sponsor con Azubu por 50.000, los cuales se pueden obtener sin visado alguno. Sin embargo, las tres negativas de las aduanas de EE.UU. de este año dejaron a Kim fuera de la serie mundial de StarCraft con 1,6 millones de dólares en premios, amenazando además con incluirlo en una lista de exclusión.
El caso de Kim es en realidad la segunda vez que un competidor de e-sports es reconocido como atleta profesional por el Gobierno de los Estados Unidos. Con el apoyo de Riot Games, el jugador canadiense de League of Legends, Danny "Shihtur" Le, se convirtió el pasado julio en el primer atleta reconocido con la misma visa que Kim.
Estos dos casos pioneros son un gigantesco paso para el reconocimiento de los e-sports en Estados Unidos, donde el juego profesional está empezando a ganar un gran prestigio al igual que ya ocurre en países asiáticos. En Europa todavía somos un tanto ajenos a este fenómeno a nivel mediático, pero los canales de streaming y las grandes competiciones se están abriendo paso poco a poco. ¿Se terminarán convirtiendo los videojugadores profesionales en estrellas del deporte?