EE.UU. y Reino Unido espían a los usuarios de Angry Birds y de otras apps para móviles

Ricardo Cambre
Cuanto más conocemos sobre las tácticas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de los Estados Unidos más claro queda que no existe ninguna vía para el espionaje demasiado insólita. Pero la última revelación de los documentos de Snowden no es "mérito" exclusivo de los estadounidenses, sino también del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ) de Reino Unido.

Según informan The New York Times, The Guardian y Pro Publica ambas agencias de inteligencia utilizan información de multitud de aplicaciones para teléfonos inteligentes con el fin de conocer la edad, sexo, localización y otros datos personales del usuario. Esta táctica afecta a las aplicaciones de Facebook, Twitter, Google Maps e incluso al popular juego Angry Birds.

Los documentos señalan a la aplicación de Google Maps como de especial interés debido a que los datos de geolocalización no están codificados de ninguna manera. En el caso del videojuego de Rovio Entertainment, los datos de interés provienen de la información privada que recopila el programa para ofrecer contenidos publicitarios personalizados a sus jugadores. El texto filtrado reza literalmente sobre el programa: "Si está en el teléfono, podemos obtenerlo".

Los documentos califican a las aplicaciones para smartphones como "pepitas de oro", pero señalan que la dificultad para obtener datos ha aumentado desde las primeras versiones de software publicado para estos dispositivos. Aún con todo, los documentos indican que ambas agencias tienen más información disponible de la que podrían desear, pero no revelan el número total de dispositivos espiados o el alcance del programa.

La NSA ha respondido a la polémica asegurando que no obtiene "perfiles de ciudadanos americanos" o "ciudadanos extranjeros inocentes". La agencia británica ha declarado por su parte que todas sus actividades cumplen la ley de su país. La compañía responsable de Angry Birds, que ya reconoció en 2012 el uso de datos privados para fines publicitarios, asegura que no tiene relación alguna con las agencias de inteligencia y no está al tanto de sus actividades.