El programa de espionaje denominado Quantum, utiliza señales de radiofrecuencia transmitidas por pequeños circuitos integrados y cables USB que se insertan de forma clandestina en los objetivos. Mediante un transmisor del tamaño de un maletín, los agentes de seguridad se pueden conectar al objetivo a varios kilómetros de distancia para después reenviar la señal a la NSA.
Imagen: NYT
El sistema permite abrir vías de ataque para insertar malware en los equipos, dentro de lo que la agencia de seguridad denomina "defensa activa" contra el ciberterrorismo. Con este método, el software espía puede ser implantado y controlado en ordenadores supuestamente aislados para protegerse de un ataque a través de Internet.
NYT asegura que entre los objetivos más frecuentes del programa Quantum se encuentran el Ejército de China, las Fuerzas Armadas de Rusia, la Policía de México, instituciones de comercio de la Unión Europea y países aliados en la lucha contra el terrorismo como Arabia Saudí, India y Pakistán. Una portavoz de la agencia ha asegurado que las actividades de la NSA no incluyen ningún objetivo estadounidense y que la adquisición de inteligencia extranjera no contempla la recolección de secretos de mercado para beneficiar empresas nacionales.
"La novedad reside en este caso en la escala y la sofisticación de las habilidades de la agencia para meterse en ordenadores y redes a las que nadie había accedido antes", comenta al diario el experto en seguridad informática James Andrew Lewis. "Algunas de estas capacidades llevan algún tiempo entre nosotros, pero la combinación de aprender cómo penetrar sistemas para insertar software y aprender cómo hacer eso con radiofrecuencias le da a EE.UU. una puerta que nunca había tenido".