The Climb cuenta con localizaciones de escalada “hiperrealistas” de todo el mundo que deberán ser remontadas sin cuerdas o cualquier otro tipo de asistencia. En el juego el jugador aparece representado por un par de manos que se controlan con el mando de Xbox One (que se incluye con Oculus Rift) o las Oculus Touch.
La jugabilidad es sencilla, explorar el acantilado y escalar hasta llegar a la cima de la misma forma que lo hacen los escaladores en la vida real. Ellos tienen un gran desgaste físico y ya sea por la escasa adherencia, humedad o su propio sudor, utilizan polvo de tiza para obtener un mayor agarre, elemento que también se replica en el juego.
“Los videojuegos siempre nos ha dado la oportunidad de colocarnos a nosotros mismos en escenarios que de otro modo habrían sido imposibles, y la tecnología VR, como la de Oculus Rift, nos permite sentirnos en esos escenarios como nunca antes lo habíamos hecho”, dijo Cevat Yerli, presidente de Crytek. “The Climb invita a los jugadores a experimentar la intensidad de uno de los deportes más peligrosos, y los jugadores podrán sentir la emoción de estar a cientos de metros sobre el suelo, con solo tu habilidad y unos pocos apoyos para cumplir con tu objetivo”.