Los términos del acuerdo, que han sido aprobados por unanimidad por las juntas de ambas compañías, contemplan que los accionistas de VMware recibirán 142,50 dólares en efectivo por acción o 0,2520 acciones de Broadcom por cada uno de sus títulos, lo que supone una prima del 44 % respecto al cierre de la acción el 20 de mayo, el último día de cotización antes de la aparición de los primeros rumores sobre la negociación. Michael Dell y el fondo Silver Lake, que poseen en 40,2 % y 10 % de las acciones de VMware, respectivamente, apoyan la compra.
Como parte de la operación, Broadcom asumirá los 8.000 millones de deuda de VMware y para sacar adelante esta compra ha conseguido 32.000 millones de dólares de financiación bancaria. El resto del coste de VMware se pagará en acciones, ya que la elección que tienen los accionistas entre recibir dinero o títulos de Broadcom está sujeta a un prorrateo que dará como resultado un intercambio del 50 %.
Con la compra de VMware, Broadcom diversificará su negocio y podrá ofrecer a sus clientes una nueva cartera de productos que incluye servicios de computación en la nube. VMware está considerada como una de las mayores compañías de este sector y sus servicios son utilizados por grandes corporaciones para gestionar entornos multinube y centros de datos. El producto de VMware más conocido es su tecnología de virtualización.
Broadcom, una de las mayores compañías fabless que fabrica chips para móviles y redes de telecomunicacion, está acostumbrada a crecer mediante adquisiciones. En 2018 compró CA Technologies, una compañía de software y soluciones de gestión TI, por 18.900 millones de dólares, y un año después pagó 10.700 millones de dólares por la división de seguridad de Symantec. De esta última operación se arrepintió y poco después vendió Symantec a Accenture por una suma no revelada. También intentó comprar Qualcomm por 130.000 millones de dólares, pero no le dejaron.