The Rogue Prince of Persia se propone ofrecer una “experiencia roguelite frenética, endiablada y accesible, a medida que dominas técnicas acrobáticas y cambias, sin apenas notarlo, entre el combate y el movimiento por plataformas”. El príncipe protagonista lucha por Persia haciendo frente a un ejército huno corrompido por la magia chamánica oscura, mientras busca su lugar en la familia real y explora una “vívida interpretación” de la zona que hoy conocemos como Irán. Por el camino, el héroe no solo entrará en combate, sino que también conocerá a un reparto de personajes a través de una historia no lineal.
En la jugabilidad de The Rogue Prince of Persia no faltan los movimientos característicos de la saga, incluyendo la carrera por las paredes para acceder a nuevas rutas de ataque, evitar trampas y explorar zonas aparentemente inalcanzables. A la hora de enfrentarse a los enemigos, el príncipe dispone de un arsenal de acciones que incluye patadas y un arsenal de armas letales acompañadas de medallones que disponen de “efectos devastadores”. También hay armas secundarias que ofrecen más opciones, ya sean arcos, escudos o garfios.
En cada partida los jugadores podrán cambiar el estilo de juego a su voluntad, así como modificar su armamento a mitad de la partida para adaptarse a los nuevos desafíos. Las opciones de personalización se amplían a medida que se desbloquean nuevas armas y medallones. Como en todo roguelike, la muerte siempre estará presente y será la responsable de que los jugadores aprendan de sus errores. El título también adopta otra de las señas de identidad del género como son los niveles generados procedimentalmente para que no haya dos partidas iguales.