“Ebba ha hecho un trabajo fantástico como CEO de Paradox Interactive”, dice Håkan Sjunnesson, presidente del consejo de Paradox Interactive. “Bajo su dirección, la organización, la base de jugadores y nuestros juegos han crecido y fortalecido, lo que ha dado a la compañía una base sólida para crecer en el futuro. Lamentamos que haya decidido renunciar de su cargo, pero le deseamos lo mejor en sus futuros proyectos”.
La dimisión de Ebba como directora ejecutiva de Paradox Interactive tiene un efecto inmediato, pero seguirá formando parte de la compañía durante un periodo de tiempo no detallado con el objetivo de facilitar el traspaso de poderes. En su comunicado Paradox Interactive no ha indicado qué diferencias existen entre la visión de Ebba y la dirección de la empresa sueca, pero a la vista está que son lo suficientemente profundas como para que hayan provocado una dimisión y el obligado cambio de director ejecutivo.
Durante el mandato de Ebba, Paradox ha comprado Harebrained Schemes (BattleTech) y Iceflake Studios (Surviving the Aftermath), abierto estudios en California y Barcelona y adquirido la franquicia Prison Architect. En el terreno del software se han sacado adelante juegos como Empire of Sin (que tuvo un lanzamiento complicado) y Crusader Kings III y anunciado varios proyectos incluyendo Victoria 3. Ebba también ha tenido que lidiar con el fiasco de Bloodlines 2, que ha sufrido un cambio de desarrollador y no tiene fecha de lanzamiento.
A nivel económico, los dos últimos ejercicios financieros de Paradox no han sido buenos. La propia Ljungerud dijo no estar satisfecha con los del primer trimestre, mientras que los del segundo fueron descritos por Fredrik Wester como una “gran decepción”. Ahora Wester tendrá la oportunidad de mejorar el desempeño de la compañía. Veremos si lo hace desde Catalunya, donde disfruta del vino y el fútbol (es miembro del consejo de administración del Gimnàstic de Tarragona, un equipo patrocinado por Paradox), o si vuelve a Suecia.