El Team Blue tenía que elevar la apuesta de Netflix por los videojuegos, un sector en el que hasta ahora solo ha tratado con juegos para móviles. El proyecto de este equipo de desarrollo no llegó a ser presentado, pero trascendió que se trataba de un título multiplataforma de gran presupuesto basado en una nueva propiedad intelectual. Por otro lado, las ofertas de trabajo de Netflix detallaron que estaba buscando personal para sacar adelante un juego de rol de acción en tercera persona para PC haciendo uso de Unreal Engine.
La apuesta de Netflix por el Team Blue y su proyecto era bastante grande. El estudio empezó contratando a Chacko Sonny, productor ejecutivo de Overwatch que también había trabajado en Call of Duty y Santa Monica Studio (God of War), y posteriormente fichó a Joesph Staten, jefe creativo de Halo tanto en 343 Industries como en Bungie, y Rafael Grassetti, director de arte de God of War que llevaba cerca de una década trabajando en Santa Monica Studio. Si tenemos en cuenta que estaban trabajando en un juego AAA, el presupuesto a su disposición debería ser de como mínimo 100 millones de dólares.
Sin embargo, este mismo mes el Team Blue pasó a mejor vida y estos tres desarrolladores ya no forman parte de Netflix, según ha confirmado un portavoz de la empresa a Game File. Este mismo medio añade que el departamento de videojuegos de Netflix ha sufrido algunos cambios a raíz de la contratación el pasado verano de Alain Tascan, antiguo ejecutivo de Epic Games y fundador de los estudios de Ubisoft y EA en Montreal. Está por ver si la compañía cierra por completo su apuesta por los juegos AAA y se centra en el móvil, un sector que tiene más por la mano y donde su apuesta es visible desde hace algún tiempo.