En un breve escrito la FTC reconoce que "lo mejor para el interés público es desestimar el litigio administrativo". Con estas palabras y casi dos años después de solicitar una orden de restricción temporal y medidas cautelares en un tribunal federal, la agencia pone fin a su larga lucha por intentar impedir el acuerdo de compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. A estas alturas del culebrón las posibilidades que tenía la FTC de desbaratar la compra eran prácticamente nulas, y sin Lina Khan al frente de la Comisión las ganas de ir en contra de la operación eran pocas. La sorpresa hubiera sido que la FTC no se rindiera.
Lo cierto es que la operación con la que Microsoft se hizo con Activision Blizzard y todas sus propiedades intelectuales se daba por cerrada desde el viernes 13 de octubre de 2023, cuando la tecnológica anunció que había completado una adquisición que pasará a la historia de la industria del videojuego. En ese momento Microsoft ya había ganado a la FTC en los tribunales, mientras que en Reino Unido consiguió la aprobación tras una negociación de varios meses y en la Unión Europea le bastó con aceptar las condiciones que la misma compañía propuso.

Se mire por donde se mire, la situación actual y la de hace dos años es muy distinta. El miedo que algunos reguladores tenían a que Microsoft hiciera exclusivos los juegos de Activision Blizzard ha desaparecido por iniciativa de la propia compañía, que está llevando su catálogo a otras plataformas empezando por PlayStation 5. Esta misma semana ha anunciado el desembarco de Senua’s Saga: Hellblade II en la consola de Sony y hace pocos días lanzó Forza Horizon 5 y The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered. Otros títulos anunciados como el remaster de Gears of War también estarán disponibles en PS5.
Los miedos que sí se han cumplido han sido los despidos, Microsoft echó a 1.900 empleados en enero de 2024, y los aumentos de precio que han afectado a Game Pass y los juegos first-party.
A pesar de que se daba por sentado que la FTC iba a abandonar el caso, Brad Smith, presidente de Microsoft, lo ha celebrado. En un mensaje en X el ejecutivo ha comentado que la decisión "es una victoria para los jugadores de todo el país y para el sentido común en Washington D. C.".