Epler, que lleva más de 15 años como empleado en BioWare, dice que este equipo siempre se ha basado en la narración y el rol. Anthem tenía ambos elementos, pero no con la profundidad de anteriores trabajos de BioWare como Dragon Age, Mass Effect o Baldur's Gate, que desde luego no eran juegos como servicio. Epler dice estar "orgulloso de muchas cosas de Anthem", un proyecto al que le dedicó un año y medio de trabajo, pero que al final del camino "estábamos creando un juego centrado en algo en lo que no éramos tan diestros".
En la industria del videojuego cuando un equipo de desarrollo tiene fama por crear juegos de un determinado género atrae a empleados con ese perfil. En el caso de BioWare tenía una plantilla repleta de desarrolladores especializados en juegos para un jugador, y cuando se pusieron manos a la obra con un título multijugador como Anthem no fueron capaces de dar lo mejor de sí. Se trata de una situación que recuerda a la vivida por Arkane Austin, que después de Prey (2017) desarrolló el shooter multijugador Redfall y el estudio terminó cerrando. BioWare ha pasado por numerosas turbulencias, pero como mínimo sigue en pie.
"Para mi y para el equipo, la mayor lección fue saber en qué eres bueno y luego redoblar la apuesta", dice Epler sobre lo aprendido con Anthem. "Nada de dispersarse demasiado. No hay que intentar hacer un montón de cosas que no sabes hacer. Mucha de la gente que viene a este equipo lo hace para crear juegos de rol para un jugador centrados en la historia". Según Epler, eso es lo que han hecho con Dragon Age: The Veilguard. A pesar de que probaron diferentes cosas, al final se centraron en el género por el que son conocidos y tienen experiencia.
Dragon Age: The Veilguard, aún no tiene fecha de lanzamiento, pero debería estar disponible en otoño para PlayStation 5, Xbox Series y PC.