El año pasado Facebook e Instagram lanzaron una suscripción en Europa que ponía a sus usuarios ante la obligación de elegir entre dos opciones: acceder a los servicios de forma gratuita a cambio de consentir que sus datos sean usados para personalizar la publicidad, o pagar para no ver anuncios. La compañía dijo que la opción binaria de pago o consentimiento se ajustaba a una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que reconocía este modelo como válido, y además cumplía con los requisitos de los reguladores europeos. No lo ve así la Comisión Europea, según la cual el modelo no satisface el artículo 5 (2) de la DMA.
La investigación de Bruselas ha concluido que el modelo de pago o consentimiento de Meta no se alinea con la DMA por dos motivos en concreto. No permite a los usuarios optar por una servicio que haga un menor uso de los datos personales que, por lo demás, sea equivalente al servicio basado en anuncios dirigidos, y no permite a los usuarios ejercer su derecho a consentir libremente la combinación de sus datos personales. Está por ver cómo se solucionará el primer punto, pero el segundo podría quedar resuelto con la opción de desvincular las cuentas de Facebook, Instagram y Messenger en la que ya trabaja Meta.
La conclusión a la que ha llegado la Comisión no debería suponer una sorpresa si tenemos en cuenta el dictamen que el pasado abril aprobó el Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD). En su texto el organismo pedía a las grandes plataformas de internet ofrecer una opción real en lugar del binario modelo de consentimiento o pago. Su propuesta para que las compañías cumplan con la normativa comunitaria es añadir una tercera opción con publicidad que implique el tratamiento de menos datos personales o directamente ninguno. La Comisión no pone ninguna solución sobre la mesa, pero la de la CEPD parece encajar como un guante.
Este caso afecta directamente a Meta e indirectamente a todas las webs que usan el mismo modelo de pago o consentimiento.