La próxima Xbox podría apostar por un híbrido entre juego físico y en la nube

Benzo
Los documentos filtrados de Microsoft atacan de nuevo. Desde ayer sabemos que la tecnológica tiene previsto iniciar la próxima generación en 2028 y ahora podemos añadir que una de las opciones en las que trabaja es un dispositivo híbrido. El objetivo es lograr una convergencia total entre su plataforma de juegos en la nube y el hardware físico del cliente para entregar juegos híbridos en la nube. Microsoft también busca ofrecer flexibilidad, así que este dispositivo posiblemente solo sea una de las opciones con las que abordar la próxima generación. Para nada se descarta la existencia de una consola tradicional.

“El poder de la nube” no es un concepto nuevo. Durante el 2013, antes de que Xbox One se pusiera a la venta, Microsoft dijo que la nueva consola podría conectarse a los servidores de Azure para aumentar su potencia de computación y así ofrecer mejores juegos. Sobre el papel el plan era sencillo: combinar el poder de la nube con el del hardware físico. La idea nunca se llegó a materializar, pero Microsoft no se olvidó de ella. Según los documentos filtrados la próxima generación de Xbox recuperará el poder de la nube con un dispositivo híbrido.

La presentación que ha trascendido recibe el nombre de The Next Generation of Gaming at Microsoft, data de mayo de 2022 y todo gira en torno a la idea de desarrollar y llevar al mercado un dispositivo de computación híbrida. En este caso se habla de la posibilidad de poner a la venta un dispositivo con esta tecnología por un precio inferior a 99 dólares.

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Si el plan de Microsoft ha recibido luz verde, es posible que la maquinaria ya esté en marcha. Para sacar adelante el proyecto se necesita firmar una asociación con AMD antes del primer trimestre de este año para garantizar el acceso a la futura tecnología gráfica Navi 5 (la más actual es Navi 3) y procesadores Zen 6 (el más actual es Zen 4). Además, el dispositivo podría necesitar una NPU para acelerar aplicaciones de inteligencia artificial y aprendizaje automático para acceder a mejoras en la latencia, interpolación de fotogramas y superresolución.

El tiempo dirá si esta estrategia apoyada con abundante documentación saldrá (o ha salido) adelante. Esta apuesta por la nube por parte de Microsoft no debería extrañar a nadie. Los de Redmond han sido uno de los principales impulsores del juego en la nube, aunque siempre se han cuidado mucho de ofrecerlo como una opción más y no la principal o única vía de entrada en su ecosistema. Por otro lado, hoy también hemos hablado sobre el lanzamiento de un nuevo mando de Xbox que se conecta directamente a la nube, una característica que una vez más demuestra las intenciones de Microsoft.

A pesar de esta apuesta por la nube, la previsión de Microsoft es que los jugadores de consola sigan siendo mayoría durante la actual y próxima generación. Sin embargo, los "cloud-first" van ganando terreno. Veremos qué pasa a partir de la próxima generación cuando haya opciones para todos los perfiles.

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