“Los editores japoneses nos necesitan para ampliar su negocio. Sería difícil conseguirlo solo con PlayStation”, dice Mena Sato Kato en declaraciones a Bloomberg. La ejecutiva tendrá que hacer mucho más que negociar con los editores japoneses para convencerles que pueden crecer gracias a Xbox. Lo primero que debe hacer Microsoft es vender más consolas para que la expansión sea posible. En Japón se han vendido 534.000 Xbox Series S/X, mientras que PlayStation 5 suma 4,8 millones de unidades y Nintendo Switch supera los 31 millones.
Durante la generación de Xbox 360 Microsoft se tomó Japón en serio. La consola vendió 1,6 millones de unidades, que representan el 70 % de las Xbox despachadas en Japón durante dos décadas, y apostó por juegos exclusivos como Blue Dragon y Lost Odyssey, dos JRPG cuyo recuerdo aún perdura, Ninja Blade de From Software y mantuvo una relación muy cercana con el Team Ninja (Dead or Alive, Ninja Gaiden). Sin embargo, Xbox perdió la confianza de las compañías japonesas con Xbox One, cuando consideró que el mercado nipón no era importante. En esa generación PS4 vendió cerca de 10 millones de consolas en Japón.
Con Xbox Series, Game Pass y Phil Spencer al frente, Microsoft está intentando cambiar el rumbo. Xbox ha iniciado una estrecha relación con Atlus y Sega, Square Enix se comprometió a mejorar su apoyo y existe una asociación con Hideo Kojima para sacar adelante OD. Además, varios ejecutivos de Xbox han viajado en numerosas ocasiones a Japón y el pasado septiembre Spencer prometió juegos AAA exclusivos japoneses. Con todo, Mena Sato Kato no espera que revertir la situación vaya a ser sencillo y afirma que será necesaria mucha adaptación para que Microsoft y Xbox sean actores relevantes en el mercado japonés.