En concreto, durante el pasado trimestre las ventas de PlayStation 4 sufrieron una caída interanual del 25 %, después de que Sony consiguiera colocar 6,1 millones de unidades, dos millones menos que durante el mismo periodo del año anterior. Este ha sido el peor periodo navideño de la consola desde su lanzamiento en 2013. A 31 de diciembre de 2019 se habían despachado en todo el mundo 108,9 millones de PlayStation 4. En consecuencia, los ingresos por la venta de PlayStation cayeron hasta los 148.472 millones de yenes (1.231 millones de euros).
Sin embargo, los ingresos obtenidos mediante PlayStation Network donde se incluyen los juegos digitales, suscripciones y contenido adicional, han registrado su segundo mejor trimestre al cosechar 390.466 millones de yenes (3.240 millones de euros). En total, durante el pasado trimestre se vendieron 81,1 millones de juegos para PlayStation 4 (6,1 millones menos que hace un año) y un 49 % se despacharon en formato digital (37 % el año pasado).
En cuanto al servicio prémium PlayStation Plus, cerró el año con 38,8 millones de suscriptores (un 36 % de los propietarios de la consola), 2,5 millones de miembros más que hace un año. A pesar de que las ventas de PlayStation 4 bajan, los miembros de PlayStation Plus no han dejado de subir desde el lanzamiento de la consola. Al igual que pasa con Xbox Live y Xbox Game Pass, la fidelidad a este tipo de servicios es importante para arrastrar los jugadores hacia la próxima generación.
Para el siguiente trimestre Sony espera seguir viviendo el crepúsculo de PlayStation 4. Las razones para adquirir la consola van bajando a medida que pasa el tiempo, pero aún le quedan dos balas en el cargador: The Last of Us Part II, que estará disponible el 29 de mayo de 2020, y Ghost of Tsushima, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo verano. Por último, Sony no tiene la intención de hablar sobre PlayStation 5 durante la presentación de resultados, pero veremos si cede algún detalle ante las preguntas de los accionistas.