En cuanto a Bugbear Entertainment, THQ Nordic ha adquirido un 90 % de las acciones del grupo finlandés, con la opción de hacerse con el resto en el futuro. Este estudio compuesto por un equipo de 18 personas es ampliamente conocido por sus juegos de demolition derby, incluyendo la reconocida serie FlatOut que desarrolló desde 2004 a 2007 (FlatOut 1, 2 y Ultimate Carnage). Su trabajo más reciente es Wreckfest, otro juego de carreras y destrucción que se describe como un sucesor espiritual de FlatOut y un cruce entre Destruction Derby y Street Rod.
En el caso de Coffee Stain Studios, THQ Nordic ha adquirido el 100 % de la compañía incluyendo el sello editorial Coffee Stain Publishing. Este estudio de origen sueco es el responsable de Goat Simulator, un simulador caprino lleno de errores que cumple el sueño de todos aquellos que han fantaseado con ser una cabra cuyo objetivo es causar la máxima destrucción posible. Además de la licencia de Goat Simulator, THQ Nordic también pasa a tener la propiedad de Satisfactory y Sanctum, así como los derechos de publicación de Deep Rock Galactic.
El precio que THQ Nordic ha pagado por Bugbear Entertainment no ha trascendido, pero el editor sí ha revelado que abonará 30,8 millones de euros por Coffee Stain Studios, una cifra que puede aumentar si el estudio alcanza ciertas metas. Esta es la enésima vez que THQ Nordic se expande. Este mismo año anunció la compra de Koch Media incluyendo las propiedades de Deep Silver (Saints Row, Dead Island y Metro), así como las licencias de TimeSplitters, Second Sight, Alone in the Dark y Act of War.