“Se puede solicitar un reembolso de casi cualquier compra en Steam, por cualquier razón”, dice la compañía. “Tal vez tu ordenador no cumple los requisitos de hardware, tal vez compraste el juego por error o quizás has jugado al título durante una hora y simplemente no te gusta”.
No importa el motivo siempre y cuando la solicitud de reembolso se realice dentro de los catorce días posteriores a la compra y no se haya jugado al juego más de dos horas. Pero incluso si se han traspasado estas dos líneas se puede seguir pidiendo una devolución para que Steam estudie la solicitud.
Incluso el contenido descargable puede ser reembolsado siempre que se cumplan las reglas anteriormente mencionadas. Lo que Steam no puede devolver es el contenido de terceros como pueden ser unos niveles extra para un personaje de un juego.
“Los reembolsos están diseñados para eliminar el riesgo en la compra de títulos en Steam, no es una forma de conseguir juegos gratis”, avisa Valve. “Si creemos que estás abusando de los reembolsos, podemos dejar de ofrecértelos. No consideramos abusar del sistema de reembolsos adquirir un título y pedir su devolución si justo después de la compra ha bajado de precio e inmediatamente vuelves a comprar ese título al precio rebajado”.