“El PC es una plataforma muy importante para nosotros”, dice Jose Araiza, productor responsable de la coordinación entre estudios. “Es por eso que esta versión ha sido desarrollada en paralelo con todas las otras por el equipo de Montreal, con la colaboración de Ubisoft Kiev, nuestro estudio dedicado al PC. Este método se ha adoptado mientras se diseñaban las características del juego, haciendo que el PC y los controles con teclado y el ratón sean una parte de la ecuación desde el inicio”.
Los jugadores que cumplan con los requisitos mínimos ejecutarán el juego a 720p y 30 fotogramas por segundo (FPS), mientras que aquellos que tengan un ordenador potente podrán llegar a los 4K y 30 FPS o más. En medio tenemos a los jugadores de 1080p o 1200p a 30 FPS o más. En caso de dudar se puede utilizar el benchmark que integra el juego para medir el rendimiento del hardware. Los requisitos de Assassin’s Creed Origins para Windows PC son los siguientes:
Requisitos mínimos (720p y configuración gráfica baja)
SO: Windows 7 SP1, Windows 8.1 y Windows 10 (64-bit)
GPU: Nvidia GeForce GTX 760 o AMD R9 280X con 3 GB de VRAM
Memoria: 8 GB
Además, Assassin’s Creed Origins para PC ofrece la opción de renderizar de forma dinámica la resolución. Esta característica permitirá a los jugadores elegir un número mínimo de fotogramas por segundo (30, 45 o 60) para que estos se mantengan en todo momento a costa de que el juego modifique la resolución. Esta técnica es común en la versión de los juegos de consola, con la salvedad de que estos no pueden elegir el número de FPS. También será posible elegir un máximo de fotogramas (30, 45, 60 y 90).
Assassin’s Creed Origins estará disponible el 27 de octubre para PlayStation 4, Xbox One y Windows PC.