Durante una entrevista concedida a EuroGamer, se le pregunta a Spencer sobre si en uno o dos años Xbox One podrá dar caza a PS4. El directivo responde afirmando que está más interesado en hacer crecer todo el ecosistema Xbox que una sola plataforma.
“Sinceramente, no fijo las metas del equipo según las unidades que vende Sony”, dice Spencer. “Pienso en lo que vamos hacer y en cuántos clientes Xbox tenemos a través de 360, Xbox One y Windows. Una comunidad combinada de jugadores que juegan a títulos Xbox, y ese número es más grande que nunca”.
Si ampliar la familia Xbox implica Windows, quizás lanzar los juegos exclusivos de la consola en ordenador podría ser una fórmula para ampliar esa base de jugadores. Recientemente Phil Spencer no descartaba una eventual llegada de Quantum Break, Scalebound o Crackdown 3 a Windows 10, pero ahora mismo lo único seguro es que esos juegos iniciaron su desarrollo en Xbox One y terminarán ahí.
Spencer también destaca que los propietarios de una Xbox One pueden estar tranquilos. Microsoft no abandonará y seguirá invirtiendo en juegos durante mucho tiempo.
“Se puede vender una consola perdiendo dinero en el hardware, un desarrollo de negocio antinatural que nunca querría hacer”, comenta Spencer. “Al final, cuando las personas se comprometen con Xbox, quieren saber que Microsoft y Xbox estarán ahí a largo plazo. Sacrificar el largo plazo para una ganancia en el corto plazo no tiene ningún sentido”.
En la entrevista, que fue realizada durante la GamesCom, Spencer vuelve a poner como objetivo Europa, “es un trabajo a largo plazo, y es algo en lo que estamos comprometidos”.