El trazado de rayos añade una gran carga de trabajo a la tarjeta gráfica, que en el caso de las GPUs de la serie RTX se despacha con los núcleos Tensor dedicados a ello. Las GeForce GTX 10 no tienen esta ventaja, así que tendrán que lidiar con ello con los mismos recursos que ofrecen ahora. Además, en las tarjetas Pascal el rendimiento del trazado de rayos dependerá de su implantación en el juego. En Battlefield V, donde la tecnología solo se usa para mostrar unos reflejos más realistas, funcionará mucho mejor que en Metro Exodus, que utiliza el DXR para generar una iluminación global.
Pascal vs Turning con trazado de rayos en Metro Exodus y Battlefield V
Nvidia asegura que las tarjetas GeForce RTX ofrecen un rendimiento hasta 2 y 3 veces más rápido gracias a los núcleos Tensor, permitiendo usar configuraciones de trazado de rayos con mayor calidad, resolución y más fotogramas por segundo. Por ejemplo, usando una GTX 1080 Ti en Battlefiled V a 1440p, con el trazado de rayos y configuración gráfica al máximo, el juego funciona a unos 45 FPS, mientras que Metro Exodus baja hasta los 18 FPS. En ambos casos se usa un equipo con procesador Intel Core i9-7900X y 16 GB de RAM.
Desde Nvidia se afirma que el despliegue del trazado de rayos en las tarjetas gráficas GTX figuraba en su plan inicial, pues su objetivo es llevar esta tecnología a la mayor audiencia posible. A nivel técnico no es del todo sorprendente, pues el soporte para DXR depende de DirectX 12 y no está directamente vinculado a los núcleos Tensor. La tecnología que sí necesita de estos procesadores es DLSS, un antialiasing mucho más eficiente. Además, Nvidia ha confirmado que el DXR llegará a Unreal Engine y Unity, las dos mayores y más populares soluciones gráficas.
Control, el nuevo juego de Remedy, también se suma al trazado de rayos