Aunque los drones de Google ya son capaces de entregar paquetería, el objetivo final del proyecto es ofrecer ayuda en situaciones de emergencia en zonas aisladas. De hecho, según informan BBC News y The Atlantic, el proyecto comenzó como una manera de entregar desfibriladores de forma rápida a personas que estén sufriendo un ataque al corazón.
"Incluso unos pocos de estos, siendo capaces de ir y venir casi de forma continua, podrían dar servicio a un número muy grande de gente en una situación de emergencia", comenta Astro Teller de Google X.
El drone de Project Wing presenta un diseño híbrido que combina elementos de un avión y de un helicóptero. Este tipo de vehículos se conocen como "tail sitters" debido a que descansan sobre su cola en tierra para pasar a vuelo horizontal tras el despegue. La aeronave posee una envergadura de alas de aproximadamente 1,5 metros, pesa 8,5 kg en sí misma y es capaz de cargar con 10 kg adicionales.
Además de su particular diseño, Project Wing se diferencia de otros drones voladores en el uso de un cable que acerca el paquete al suelo en el momento de la entrega. Según los responsables del proyecto, esta característica se implementó al descubrir que los destinatarios intentaban recoger el envío directamente del drone, lo que podría provocar lesiones al acercarse a las hélices. Asimismo, este sistema permite manipular la caída del paquete en entornos en los que se podría quedar atascado.
Pese a que el proyecto ya cuenta con prototipos funcionales, Google reconoce que llevar Project Wing a los cielos dependerá en gran medida de conseguir una regulación que lo permita, una tarea especialmente difícil en el espacio aéreo norteamericano. "Soy cautelosamente optimista de que todo el mundo quiera lo mismo", comenta Teller. "Todos queremos que el mundo sea un lugar más seguro y que cuente con los beneficios de la tecnología con pocas o ninguna desventaja".
