La ley pretende proteger a los libreros tradicionales e independientes, considerados en el país galo una seña de identidad nacional. Estos se han quejado al gobierno ante la imposibilidad de competir con las tácticas de Amazon. En el caso de esta tienda online, al envío gratuito también hay que sumarle un descuento (legalmente autorizado) del 5% en todos sus libros.
La Asamblea aprobó unánimemente la propuesta presentada por los diputados de la oposición francesa, Unión por un Movimiento Popular (UMP) y secundada por el Partido Socialista, actualmente en el poder. Esta propuesta actualiza la “ley Lang” de 1981, que debe su nombre al antiguo ministro de cultura de Francia, Jack Lang.
Dicha propuesta modifica un solo artículo de la ley Lang prohibiendo que los gastos de envío se incluyan en el precio del libro salvo que el comprador vaya al punto de venta a recogerlo. Pese al acuerdo unánime, la propuesta todavía debe ser debatida en el Senado antes de volver a la Asemblea para ser finalmente ratificada. La nueva ley no afecta a libros de segunda mano o a otros productos que se puedan vender en librerías como discos de música.
La actual ministra de cultura francesa, Aurélie Fillipetti, acusó a Amazon de practicar una táctica conocida como dumping. Esta estrategia consiste en vender con pérdida y, una vez dominado el mercado, subir los precios generando un monopolio. Amazon comunicó que la aprobación de estas medidas “reducirá el poder de los ciudadanos franceses para gastar su propio dinero”.
Las ventas de libros en Francia han caído un 4,5% en 2012 respecto al año anterior según datos del propio gobierno. Esos mismos datos muestran también que un 17% de todos los libros comprados en Francia son transacciones a través de internet, y la cifra sigue creciendo.