Ante los accionistas de la compañía George Davis, director financiero de Qualcomm, ha afirmado que “Apple tiene la intención de usar únicamente los módems de nuestro rival en el próximo iPhone”. El directivo no menciona a Intel en sus palabras, pero esta es la única otra compañía que proporciona módems a Apple. Los de Cupertino habrían tomado esta decisión como resultado de las disputas legales que mantienen con Qualcomm.
A pesar de los enfrentamientos entre ambas empresas y la voladura de este último puente el fabricante de chips no renuncia a trabajar con Apple en un futuro. “Esta es una industria muy dinámica”, dijo Cristiano Amon, presidente de Qualcomm. “Si se presenta la oportunidad, creo que volveremos a ser proveedores de Apple”. Los de Cupertino han equipado sus iPhones con módems Qualcomm e Intel desde hace un par de años.
Si Intel pasa a ser el único proveedor de módems de Apple se pondrá a prueba su capacidad de producción y esta podría no ser una buena noticia para los futuros usuarios de un iPhone. La previsión de Qualcomm es que a finales de año se pongan a la venta los primeros móviles Android con un módem 5G, mientras que Intel no tendrá listos los suyos hasta 2019. A falta de una solución interna Apple podría recurrir a MediaTek, un escenario poco probable.
Qualcomm renuncia a comprar NXP
Hace cerca de dos años Qualcomm llegó a un acuerdo para adquirir la totalidad de NXP por 47.000 millones de dólares. Para entonces ambas compañías esperaban poder cerrar el trato a finales de 2017, pero la fecha límite se ha ido retrasando a la espera de que China decida aprobar o rechazar la operación. El resto de países implicados en la revisión de la adquisición ya han dado su visto bueno.
El acuerdo vencerá de nuevo dentro de unas horas, pero en esta ocasión Qualcomm no tiene intención de extenderlo. La oferta de compra sigue siendo válida hasta la fecha límite, así que es posible que la adquisición se termine produciendo si China la aprueba. En el improbable caso de que esto pase Qualcomm se quedará con NXP por el precio acordado, de lo contrario la compañía deberá abonar una penalización de 2.000 millones de dólares y ya ha anunciado que invertirá 30.000 millones de dólares en un programa de recompra de acciones.