Las consolas no están muertas ni parece que vayan a morir pronto, pero el mercado tiene sus límites.
PlayStation, pese a su dominio absoluto, sigue la misma dinámica que en la generación de PS4. No ha sumado muchos más millones de usuarios, simplemente mantiene su base. Y eso que, en teoría, todos los millones que pierde Xbox deberían estar corriendo hacia PS5.
No hay un crecimiento real en número de jugadores de consola, y por eso buscan ingresos en otros frentes, como el PC.