"Es difícil decir no a ofertas como estas", escribe Assaf Rappaport en un memorando enviado a los empleados de Wiz al que ha tenido acceso CNBC. Según esta fuente, no se trataría de un problema de dinero. El principal escollo al que se enfrentaba una operación de esta envergadura y características son los reguladores antimonopolio, que durante los últimos años han visto con preocupación e intentado impedir que las grandes tecnológicas se hicieran con compañías que les permitieran dominar ciertos sectores. El de la ciberseguridad es uno de los más importantes y jugosos ahora que todo pasa por la nube.
El acuerdo con Google había prácticamente duplicado la valoración de Wiz, que según su última ronda de financiación es de 12.000 millones de dólares. En lugar de aceptar el dinero de Google, Wiz se centrará en dos objetivos que ya tenía en mente antes de la oferta de compra: salir a bolsa y alcanzar los 1.000 millones de dólares en ingresos recurrentes anuales. Wiz, que se fundó en 2020, ha crecido rápidamente. En un año registró 100 millones de dólares en ingresos recurrentes anuales y en 18 meses alcanzó los 350 millones de dólares.
Wiz es una compañía de ciberseguridad que ofrece una visión global de la nube. Explicado de forma sucinta, nos encontramos ante un software como servicio que analiza las cargas de datos y la infraestructura en la nube, y escanea todos los contenidos en busca de vulnerabilidades. Se trata de una forma de protección proactiva muy valorada, debido a que a día de hoy la infraestructura en la nube tiene muchas tecnologías y capas que interactúan entre ellas. Además, hay compañías que trabajan con más de un agente y Wiz puede conectar con todos los grandes proveedores, incluyendo Azure (Microsoft), Google Cloud y Amazon Web Services.
La compra de Wiz por parte de Google habría sido la más grande en la historia de la compañía por delante de los 12.500 millones que en su día pagó por Motorola. Dentro del sector de la ciberseguridad, quedaría en segunda posición tras los 28.000 millones de dólares que Cisco abonó por Splunk en una transacción que se completó el pasado marzo.