Quest 3S ofrece un rendimiento idéntico al de Quest 3. Esto se debe a que ambos visores de realidad mixta equipan el mismo chip Qualcomm Snapdragon XR2 Gen 2, y eso significa que a la hora de jugar o disfrutar de experiencias virtuales no existirán diferencias en el desempeño. Además, Quest 3S usa los mismos mandos Touch Plus que su hermano mayor, al que según Meta gana en autonomía. La compañía asegura que Quest 3S tiene un tiempo de uso de 2,5 horas frente a las 2,2 horas de Quest 3, cuyo modelo base cuesta 220 euros más ¿Y dónde está el truco? Hay diferencias en el diseño, la resolución de las lentes y el campo de visión.
Quest 3S es un poco más grande y sus pantallas tienen una resolución de 1832 x 1920 píxeles por ojo y un campo de visión de 90 grados, mientras que Quest 3 equipa dos paneles con una resolución de 2064 x 2208 píxeles por ojo y un campo de visión de 110 grados. Por otro lado, en la parte inferior derecha de Quest 3S encontramos un botón de acción que permite alternar entre la vista inmersiva y el modo Enfoque exterior para ver el entorno en tiempo real y así poder interactuar con elementos físicos o personas. Quest 2, Quest 3 y Quest Pro también tienen este botón con la misma función, pero requiere de dos toques.
Ahora que Quest 3S se encuentra a la vuelta de la esquina, Meta ha decidido que ha llegado la hora de decir adiós a Quest 2 y Quest Pro. Despedirse de Quest 2 no es un movimiento extraño si tenemos en cuenta las prestaciones y precio de Quest 3S, pero abandonar Quest Pro significa dejar de lado un dispositivo lanzado hace dos años a cambio de 1.799 euros. Con esta decisión parece claro que en opinión de Meta el futuro de la realidad mixta pasa por ofrecer dispositivos con un precio más económico, una visión que por ahora Apple no comparte.