Para empezar, Bloomberg afirma que antes de su cierre Tango Gameworks se encontraba trabajando en una secuela de Hi-Fi Rush, un juego que conquistó a prensa y público. Aaron Greenberg, vicepresidente de marketing en Xbox, llegó a decir que el título había sido "un éxito para nosotros y nuestros jugadores en todos los aspectos clave y expectativas". "No podíamos estar más contentos [...]", añadió. Cuando el personal de ZeniMax fue informado en una reunión del cierre de estudios Matt Booty, jefe de Xbox Game Studios, elogió a Hi-Fi Rush pero no especificó por qué habían decidido liquidar el equipo responsable del juego.
Respecto a Arkane Austin, Bloomberg afirma que tras el fiasco de Redfall el estudio quería volver a sus raíces desarrollando un nuevo juego de simulación inmersiva para un jugador. Hay que pensar en algo parecido a Dishonored o Prey. En la mencionada reunión, Booty dijo que el cierre del estudio no estaba relacionado con el fracaso que supuso Redfall. Uno de los motivos que se esgrimieron para explicar la clausura fue la dificultad de ofrecer soporte a nueve estudios repartidos por todo el mundo con un equipo central reducido. El objetivo es que Bethesda Softworks se centre en menos proyectos.
Hi-Fi Rush recibió muchos elogios y fue uno de los mejores juegos del año.
Por su parte, The Verge comenta que en Microsoft existe un debate interno sobre si las nuevas entregas de Call of Duty deben estar disponibles en Game Pass. Uno de los temores es que el servicio mine los ingresos que normalmente genera Call of Duty para Activision. Además, Microsoft estaría considerando aumentar de nuevo el precio de Xbox Game Pass Ultimate. Por ahora no hay nada escrito en piedra, pero existe una disputa interna y más pronto que tarde se deberá tomar una decisión. El nuevo Call of Duty se anunciará en las próximas semanas y veremos si incluye o no el logo de Game Pass.
The Verge también comenta que la estrategia multiplataforma de Xbox seguirá, pero aún no está claro cómo. Este medio asegura que se ha hablado de Senua's Saga: Hellblade II y Gears, una franquicia que podría recibir tanto una secuela como una colección.
Tanto los despidos, incluyendo los 1.900 de Activision Blizzard, los de Bethesda Softworks y los que están por venir, así como el lanzamiento de juegos en consolas rivales, responden en gran parte a que Xbox Game Pass no está experimentando el gran crecimiento que Phil Spencer, director ejecutivo de Microsoft Gaming, esperaba. Según Mat Piscatella, ejecutivo de la firma de análisis Circana, el gasto mensual en suscripciones de videojuegos en Estados Unidos ha tenido un crecimiento plano o de solo un dígito desde mediados de 2021. Los jugadores siguen prefiriendo comprar el juego y DLC o eligen el modelo free-to-play, como mínimo por ahora.
“Lo que más me preocupa del sector es la falta de crecimiento”, dijo Spencer el pasado marzo. "Si no vas a crecer por el lado de los ingresos, entonces es el de los costes es que se cuestiona. Somos un negocio”.