En Souldiers los jugadores se ponen en la piel de un soldado que mientras luchaba por la gloria de su reino llega junto a sus compañeros a Terragaya, una tierra mística en los confines del más allá. Su objetivo es encontrar al Guardián y avanzar al siguiente mundo. “¿El problema? Que ni tus compatriotas ni tú habéis muerto en realidad”, dice la sinopsis oficial del juego. Toca ponerse manos a la obra y encontrar el camino de vuelta a casa, algo que incluye desvelar misterios, derrotar enemigos, explorar escenarios y resolver rompecabezas.
A nivel de jugabilidad, Souldiers cuenta con un sistema de combate con ataques, bloqueos y esquiva, unos movimientos que se tendrán que poner en práctica al luchar contra una serie de enemigos “en constante evolución”. Para hacerles frente nuestro protagonista podrá mejorar sus habilidades y encontrar equipo que le permitirá adaptar su estilo de combate en función de las preferencias de cada jugador. Respecto a Terragaya, un mundo interconectado en 16 bits hecho a mano, esconde jefes, tesoros y caminos ocultos que esperan ser descubiertos.
Souldiers ofrece tres clases diferentes, Scout, Archer y Caster, cada una con sus propias características, fortalezas y debilidades. El Archer y el Caster son especialistas en ataques a distancia, pero mientras el primero recurre a las armas como el arco el segundo confía en sus hechizos. Por su parte, el Scout equipa espada y escudo, así que es la opción ideal para aquellos que prefieran los combates cuerpo a cuerpo. Además de armas, por los entornos de Terragaya nuestros héroes encontrarán potenciadores que ampliarán las opciones en la batalla.