La historia de RoboCop: Rogue City se ambienta entre los eventos de RoboCop 2 y RoboCop 3, con Peter Weller retomando su papel como Alex Murphy que una vez más tiene como misión limpiar las calles de Old Detroit. La campaña empieza con una pandilla de matones llamados Torch Heads que ha tomado como rehenes a un equipo de noticias del Channel 9. El encargado de pararles los pies y dar caza a su líder es nuestro protagonista, el policía robot, que tiene como compañera a la agente Anne Lewis. Es el mismo dúo que en las películas.
El redactor de IGN afirma que durante su primera toma de contacto le costó adaptarse a llevar un personaje que debido a su naturaleza se mueve de forma lenta. También hay que tener en cuenta que RoboCop es un agente fuertemente blindado que no necesita cubrirse, simplemente aguanta las balas. En consecuencia, controlar a RoboCop es lo más parecido a ponerse en la piel de un jefe. Alex Murphy puede eliminar a varios enemigos sin despeinarse y durante los compases iniciales del juego ningún rival presenta un desafío digno.
Al inicio de la campaña RoboCop tendrá algunas habilidades básicas, incluyendo la visión nocturna, la opción de ralentizar el tiempo temporalmente o un escaneado de entorno para resaltar enemigos cercanos. Estas habilidades se pueden actualizar y mejorar mediante un árbol de habilidades que permite ajustar el estilo de juego. El Auto 9 con munición ilimitada tiene su propia pestaña de actualizaciones.
A pesar de que RoboCop no tiene ningún problema a la hora de despachar enemigos con su Auto 9, el juego también cuenta con una serie de misiones secundarias donde el policía saca a relucir otras habilidades, incluyendo la investigación de la escena de un crimen y los arrestos. En algunas misiones RoboCop tendrá escenas de diálogo y podrá tratar de forma pacífica a un sospechoso para obtener información. También hay tareas más mundanas, incluyendo una misión secundaria que consiste en llevar a un borracho a una celda.
El avance de IGN también destaca la ambientación de la ciudad. RoboCop: Rogue City presenta una Old Detroit como la que en su día nos enseñó Paul Verhoeven, distópica, en horas bajas, sucia y con un serio problema de delincuencia.
