La historia de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess se desarrolla en Kafuku, una montaña que es el hogar de pacíficos aldeanos y animales. Sin embargo, lo que una vez estuvo lleno de vida, naturaleza y belleza, se ha visto invadido por la corrupción y el Seethe, unas criaturas de otro mundo que salen por las puertas Torii repartidas por todo el monte. Como Soh, un guardián, los jugadores deberán proteger a la doncella de la montaña Yoshiro, que está bendecida con poderes sagrados que purgan la profanación mediante danzas ceremoniales kagura.
La nota media de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess ronda el 80 sobre 100.
La mecánica de juego de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess está marcada por un ciclo de día y noche. Durante el día, los jugadores exploran la aldea, purifican a los aldeanos, les asignan diversas funciones y eligen dónde colocarlos para proteger mejor a la doncella Yoshiro y prepararse para la puesta de sol. Cuando cae la noche, Soh y los aldeanos deben trabajar juntos para proteger a Yoshiro de las hordas de Seethe. Los aldeanos pueden adoptar diferentes roles (leñadores, ascetas, arqueros...) mejorables, cada uno con sus propias características. También es posible dirigir a los aldeanos durante el combate.
Repitiendo el ciclo de día y de noche, se podrá purificar del todo el monte Kafuku y llevar la paz a las diferentes aldeas.
Para celebrar el lanzamiento del juego, Capcom ha colaborado con el National Bunraku Theatre para la representación de una obra titulada la Ceremonia de la Deidad: El Destino de la Doncella, que actúa como precuela de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess. El Bunraku es un arte colaborativo que combina la recitación narrativa, la música y las marionetas. Las marionetas de Soh y la doncella que se ven en la interpretación dirigida por el maestro titiritero Kanjuro Kiritake, se crearon utilizando técnicas tradicionales de los artistas Bunraku.