ARK: Survival Evolved es un juego de supervivencia en mundo abierto con elementos de rol, donde los jugadores son abandonados a su suerte, hambrientos y desnudos, en las costas de una misteriosa y prehistórica isla llamada ARK. Para salir adelante hay que cazar, recolectar, buscar agua, crear objetos, plantar cultivos, investigar tecnologías, domesticar o matar dinosaurios y construir refugios, unas actividades que se pueden completar en solitario, asociándose con otros jugadores o compitiendo contra ellos.
En la isla de ARK la supervivencia es lo primero y sus mecánicas son de corte hardcore. Para comer y beber hay que cazar y encontrar un suministro de agua fresca, las acciones físicas tienen un coste, el inventario tiene un peso real y la meteorología así como el ciclo de día y noche alteran el ambiente y la condición física de jugador. La subsistencia también pasa por la construcción de refugios, que eventualmente y gracias a la explotación de materiales e investigación se pueden convertir en grandes estructuras.
ARK: Survival Evolved se puso a la venta mediante el acceso anticipado de Steam en junio de 2015 y ahí evolucionó durante dos años, hasta que en 2017 abandonó el programa. Para entonces el juego había logrado registrar unos 10 millones de jugadores. Durante los tres últimos años el título ha seguido recibiendo contenido gratuito, así como tres expansiones de pago y un pase de temporada que ofrece acceso a dos complementos, uno de ellos ya está disponible y el segundo llegará a finales de año.