Valve reconoce finalmente la existencia de Deadlock, que se encuentra en una fase temprana de desarrollo

Benzo
Ha costado un poco, pero finalmente Valve ha reconocido la existencia de Deadlock, su nuevo juego que propone una mezcla entre shooter en tercera persona y MOBA. Algo así como una fusión entre Overwatch y DOTA 2 con un poco de Team Fortress 2. Más que un anuncio formal, la que ha hecho la compañía de Gabe Newell es una acreditación extremadamente sencilla que consiste en abrir la ficha del juego en Steam, donde apenas hay información.

Más allá del nombre, la única información que figura en la página de Deadlock en Steam es que se trata de un "juego multijugador" que "continúa en fases tempranas de desarrollo". Por ese motivo, Valve avisa que "muchos recursos artísticos son temporales, buena parte de la jugabilidad es experimental y la localización es un trabajo en curso". Desde hoy el juego existe oficialmente, pero la compañía informa que por ahora el acceso a Deadlock "está limitado a quienes han recibido una invitación a participar en las pruebas de juego".

A pesar de que Valve no se ha pronunciado hasta ahora, Deadlock fue registrado por Steamdb.info entre abril y mayo, cuando el número de jugadores simultáneos apenas llegaba a los 1.000. Entre junio y julio ya eran unos 2.000. A principios de agosto la cantidad de usuarios empezó a subir de forma considerable hasta alcanzar un pico de 44.500 parroquianos el 18 de agosto. Ahora mismo hay alrededor de 20.000 usuarios jugando. Las cifras aumentaron considerablemente a mediados de agosto debido a que Valve entregó claves y permite a los probadores invitar a los jugadores que tienen en su lista de amigos de Steam.

Lo curioso del caso es que a pesar de tener a miles de usuarios diarios que no han firmado un acuerdo de confidencialidad, Deadlock no ha sido un juego con una gran exposición por parte de los jugadores, que apenas han subido vídeos en YouTube y cuando lo han hecho Valve no ha reclamado derechos de autor. Valve entregó a los jugadores el poder de invitar a sus amigos y entre ellos se instaló una especie de omertà. Esto provocó que todo lo que saliese del juego fuera tratado como una filtración y poco a poco se extendió la existencia de Deadlock gracias al boca a boca. Una buena campaña sin gastarse ni un céntimo.

Los jugadores que quieran seguir bajo la ley del silencio como si en lugar de jugar a Deadlock estuvieran en El club de la lucha pueden hacerlo, pero Valve ya ha dicho que por su parte se puede hablar libremente del título, compartir vídeos o hacer streaming.