La historia de Crusader Kings III permitirá a los jugadores elegir una casa real o noble entre diversos reinos un mapa que abarca desde Islandia hasta India, desde el círculo polar ártico hasta África central. A través de los siglos se deberá guiar una dinastía, asegurando en todo momento la seguridad y el poder de cada generación. Todo se vale con tal de consolidar un legado a lo largo del tiempo.
Crusader Kings III es un simulador de la época medieval donde los jugadores son libres de encarnarse en un rey piadoso que acepta el poder religioso como aliado o un monarca que actúa por su cuenta y al margen del clero, diseñando una propia religión disidente para obtener la fama (o la condena si sale mal). Hay que tener en cuenta que Crusader Kings III no es un juego sencillo, aunque para esta entrega se ha mejorado su accesibilidad.
La experiencia jugable que ofrecerá Crusader Kings III dependerá en gran medida del estilo de vida adoptado (hay cinco) y las habilidades en estrategia militar o gestión del reino. También se deberán elegir bien a los consejeros, prepararse para la guerra, investigar nuevas tecnologías, recordar que ir en contra de la naturaleza de uno mismo puede salir muy caro, buscar ingresos (de forma legal o asaltando reinos) y estar muy atento a las conspiraciones.
Otro dolor de cabeza será seleccionar al heredero y enfrentarse a la posibilidad de que no esté a la altura.