Como no podía ser de otra forma a estas alturas, Batman Arkham Trilogy incluye los tres mencionados juegos con todo el contenido adicional lanzado hasta la fecha. En cuanto a la mecánica de juego, no hay ninguna novedad. El trabajo de Turn Me Up ha consistido en adaptar los tres juegos al hardware de Nintendo Switch y hacer que funcionen de una forma aceptable. En este sentido, Warner Bros. Games no ha detallado la resolución o la tasa de fotogramas esperada. Cierto es que la saga Batman Arkham ya tiene unos años, pero su mundo abierto puede ser exigente con el hardware y Nintendo Switch ya es una veterana.
Para los despistados, Batman: Arkham Asylum (2010) fue el primer juego de lo que ahora llamamos el Arkhamverse. En esta historia original los jugadores se ponen en el papel del Caballero Oscuro para enfrentarse en Gotham City a villanos como Harley Quinn, Bane, Killer Croc, Poison Ivy y Scarecrow. En su momento el juego destacó por su ambientación oscura, libertad y sistema de combate. Batman: Arkham City llegó en 2012 para repetir la fórmula que llevó al éxito a la primera entrega, pero con un mapa cinco veces más grande que el de Arkham Asylum y un plantel de enemigos aumentado con El Pingüino y Enigma entre otros.
La trilogía se cerró en 2015 con Batman: Arkham Knight, que nos ofreció una conclusión a la historia que cinco años atrás había iniciado Rocksteady Studios. La gran novedad de esta entrega fue la integración del batmóvil, un vehículo con un arsenal de dispositivos que permite recorrer rápidamente las calles de Gotham City. Además, el batmóvil potencia algunas habilidades de Batman. Como curiosidad, este aún es el último juego de Rocksteady Studios, que desde hace ocho años trabaja en Suicide Squad: Kill the Justice League.