Google no tiene que vender Chrome, pero deberá compartir datos de búsqueda

Benzo
Google ha esquivado un cañonazo y superado una nueva pantalla del caso antimonopolio. El juez federal Amit Mehta ha dictaminado que Google puede conservar el navegador Chrome, pero tiene que compartir datos de búsqueda y abstenerse de firmar acuerdos de exclusividad que impidan a otros la distribución de sus productos. Las acciones de Google suben más de un 8 % tras el cierre de mercado. Por otro lado, hoy también ha trascendido que la Comisión Europea ha frenado la multa que iba a anunciar esta semana por las prácticas contra la competencia en las que ha incurrido Google con su negocio publicitario.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos había solicitado al tribunal federal que para reconducir la conducta anticompetitiva de Google y abrir la puerta a la competencia era necesaria la venta de Chrome, ya que en su opinión el navegador proporciona a la compañía datos que le ayudan en su negocio de publicidad segmentada. El juez no solo ha rechazado esta petición, sino que también permite que Google siga pagando a terceros para distribuir mediante la precarga o la instalación sus productos de búsqueda o IA generativa.

Que Google pueda seguir ofreciendo pagos u otras contraprestaciones a compañías para que distribuyan sus productos, incluyendo Google Search, Chrome o soluciones de inteligencia artificial generativa, significa que la alianza con Apple sobrevive. Cada año Google abona a Apple unos 20.000 millones de dólares para que su motor de búsqueda sea el predeterminado en el navegador Safari. Este acuerdo es muy lucrativo para Apple y conservarlo ha hecho que sus acciones suban más de un 3 %. Google también paga por lo mismo (pero mucho menos) a Mozilla, responsable del navegador Firefox, así que ellos también respiran más tranquilos.

La parte negativa para Google es que el juez le ordena compartir con sus rivales datos sobre las búsquedas e interacciones para impulsar la competencia. Además, Google tiene prohibido firmar acuerdos exclusivos para distribuir sus productos de búsqueda o asistentes de inteligencia artificial de tal forma que pueda dañar la distribución de los productos de sus rivales. En otras palabras, Google tiene que dejar de incluir en sus acuerdos cláusulas de exclusividad para impedir que un fabricante preinstale software de la competencia en sus dispositivos.

A pesar de que la sentencia parece muy favorable para Google, la compañía ya ha dicho que apelará, así que todas las medidas correctivas impuestas por el juez Mehta quedan pausadas. De hecho, podían pasar años antes de que sean efectivas, si es que llegan a serlo. Nos encontramos al final de una fase de un caso antimonopolio que puede llegar hasta el Tribunal Supremo de Estados Unidos, así que su resolución definitiva aún está lejos de producirse.
Fuente: cnbc
Sobre el autor » Benzo

Empecé con una NES a finales de los 80 y todos los 90 los pasé junto a SNES, N64 y una PlayStation prestada. El nuevo siglo me trajo una PS2 y más adelante una Xbox. Jugador de PC desde hace años, seguidor de Blizzard, lector y seriéfilo.

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