“Estamos investigando la intrusión en nuestra red de la que robaron una cantidad limitada de código fuente de juegos y herramientas”, dice un portavoz de Electronic Arts a Vice. “No accedieron a los datos de los jugadores y no tenemos motivos para creer que existe riesgo para su privacidad. Después del incidente aplicamos mejoras de seguridad y no esperamos que haya un impacto en nuestros juegos o negocios. Estamos trabajando de forma activa con las autoridades y otros expertos como parte de la investigación criminal en curso”.
Motherboard ha tenido acceso a capturas de pantalla de foros donde los atacantes afirman tener la capacidad de atacar los servicios de Electronic Arts, aunque la compañía ha dicho que como resultado del robo no se espera que haya problemas ni para los juegos ni para su negocio. Además del mencionado código fuente de FIFA 21 y Frostbite, el grupo también ha sustraído SDKs, trabajos internos del editor y el código fuente del emparejamiento de FIFA 21 entre otros materiales.
Al contrario de lo que pasó con CD Projekt Red el pasado febrero, Electronic Arts no ha sido víctima de un ataque con ransomware. En su caso se ha tratado de un ataque a su red que ha tenido éxito y que ha dado como resultado el robo de 780 GB de datos. Está por ver qué puede pasar si este material termina en las manos de cualquiera en Internet, ya sea porque alguien lo compre o se libere sin más en caso de no encontrar ningún interesado.