Han pasado cerca de cuatro años del lanzamiento de Nintendo Switch, pero los problemas de drift que presentan los mandos Joy-Con parece que están lejos de terminar. Así lo creen hasta nueve asociaciones de consumidores europeas, que se han unido para invitar a los usuarios a informar sobre esta incidencia en los mandos de la popular consola que aparece cuando el joystick detecta un movimiento que no existe.
La organización que ha lanzado el llamamiento a los europeos con una Nintendo Switch es la Consumentenbond, la asociación holandesa que defiende a los consumidores y en cuyo comunicado afirma que se ha aliado con sus homólogos en Bélgica, Francia, Grecia, Italia, Noruega, Portugal, Eslovenia y Eslovaquia. También participa de la iniciativa la BEUC, una organización europea de consumidores que tiene como objetivo coordinar a las principales asociaciones de consumidores de ámbito nacional de Europa.
Las organizaciones de consumidores de Francia y Bélgica ya han recibido casi 1.000 quejas relacionadas con los Joy-Con de Nintendo Switch. El grupo francés UFC-Que Choisir anunció el pasado septiembre su intención de iniciar acciones legales contra Nintendo por obsolescencia programada y prácticas abusivas contra el consumidor. Por otro lado, en Estados Unidos ya hay en marcha una demanda colectiva por los problemas de drift en los Joy-Con.
“Estamos haciendo este llamamiento porque hemos recibido señales de que Switch no durará tanto como los consumidores esperan”, dice Sandra Molenaar, directora de Consumentenbond. “Además, las opciones de reparar la consola son limitadas, lo que fuerza a los usuarios a comprar costosos recambios. Usaremos la respuesta para determinar qué acciones tomamos”. Un portavoz de la misma organización añade que reunir las quejas de usuarios de varios países servirá para presionar a Nintendo y si esta no ofrece una solución irán a los tribunales.
El pasado verano Shuntaro Furukawa, presidente de Nintendo, pidió disculpas por los problemas de drift con los Joy-Con de Switch, pero desde entonces no parece que la compañía haya encontrado una solución. Esta falta de respuesta también ha sido criticada por las asociaciones de consumidores, que ven un aliado en la Unión Europea y su exigencia de medidas contra la obsolescencia programada y el derecho a reparación.
