Cuando se trata de productos de Analogue es bueno aclarar que en ningún caso hablamos de emulación por software. Al igual que las otras consolas de la marca, Analogue 3D hace uso de una FPGA y no emula los juegos de Nintendo 64, sino que es compatible con los cartuchos originales y según la compañía los admitirá todos independientemente de su región (Estados Unidos, Europa y Japón). Además, el dispositivo tiene salida 4K (sin comprometer el rendimiento del juego) y la capacidad de recrear la calidad de modelos específicos de CRT (tubo catódico) y PVM (Professional Video Monitor) para alegría de los más puristas.
Analogue aún tiene que revelar muchos detalles de Analogue 3D, así que por ahora solo podemos añadir que la máquina instala Analogue OS y tiene soporte para Bluetooth y wifi, así como cuatro puertos originales que presumiblemente servirán para conectar los mandos de N64. No es que sea el periférico más cómodo de la historia, pero en su momento eso no impidió que más de uno, servidor incluido, dedicará muchas horas a Zelda: Ocarina of Time, Super Mario 64, Star Wars Rogue Squadron, Turok, GoldenEye 007, Mario Kart 64, Banjo-Kazooie, 1080º Snowboarding, Wave Race 64 o International Superstar Soccer 64.
Aquellos que no tengan el mando de Nintendo 64 o no quieran usarlo, Analogue se ha asociado con 8BitDo para lanzar un mando inalámbrico de corte más tradicional y que podéis ver (o intuir) en la imagen que tenéis encima de estas líneas.
Más allá de Analogue 3D, la última incorporación al catálogo de Analogue ha sido Analogue Pocket, una consola portátil que tras un largo retraso se puso a la venta el pasado agosto. Analogue Pocket cuesta 219 dólares y es compatible con los juegos originales de Game Boy, Game Boy Color y Game Boy Advance, así como los de Sega Game Gear, Neo Geo Pocket Color y Atari Lynx con un adaptador. La portátil tiene una pantalla LCD de 3,5 pulgadas, resolución de 1600 x 1440, 665 ppi y cuenta con retroiluminación. También tiene una ranura para tarjetas SD, conexión USB-C y jack de 3,5.