Al ser preguntado por si a Vodafone le interesa comprar las cableras R, Euskaltel o Telecable, Coimbra es claro: “No tenemos ningún plan para más adquisiciones". Según sus palabras el objetivo de la compañía es integrar Ono y seguir con su despliegue que incluye la instalación de su propia red por esas tres regiones.
La integración de Ono en la organización de Vodafone empezará en tres o cuatro meses, una vez la Comisión Europea apruebe la operación. En junio o julio se lanzará una oferta convergente, permitiendo a todos los clientes de Vodafone acceder a la fibra de Ono con televisión (Tivo) y a los de Ono acogerse a los productos de móvil ofrecidos por Vodafone. “Será una oferta única, simple y transparente [...] La más competitiva del mercado”, dice Coimbra.
Según el consejero delegado la compra de Ono por parte de Vodafone “va a aumentar la competencia”. El razonamiento detrás de esta afirmación es que ahora mismo solo existe un operador con una oferta convergente de banda ultrarrápida y una oferta de móvil 4G, Telefónica. Para Coimbra que Ono esté en sus manos permitirá que Vodafone se alce en dos o tres meses en un competidor. De no haber realizado esta compra podrían haber tardado entre dos y cuatro años para alcanzar a la compañía dirigida por César Alierta.
A pesar de que la marca Vodafone es mundial y la utilizada por la compañía británica en todos los mercados, el nombre de Ono se mantendrá. Para Coimbra “sería un disparate” no aprovechar la marca que tiene según él un “reconocimiento y un nivel de satisfacción muy alto”. Sí se van a unificar las tiendas, que operan bajo la marca Vodafone y el servicio de atención al cliente. A nivel de personal Coimbra afirma que estamos ante dos plantillas “muy complementarias” y a pesar de que “habrá solapamientos” el consejero delegado no ha querido hablar sobre posibles recortes.