Para aclarar esta recurrente percepción, investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, la Universidad de York y el Instituto de Tecnología de la Universidad de Ontario han observado el comportamiento de varios jugadores, con especial hincapié en los usuarios de títulos online como World of Warcraft o EVE. Los resultados muestran que el comportamiento antisocial es una excepción y que los juegos online de hecho mejoran las relaciones sociales del individuo.
"Los jugadores no son las personas antisociales y encerradas que vemos en los estereotipos de la cultura popular, son gente altamente social", comenta el Dr. Nick Taylor, principal autor del estudio. "Esto no será una sorpresa para la comunidad de jugadores, pero merece que se lo digan al resto de la gente. Los jugadores solitarios son atípicos, no la norma".
Los investigadores realizaron un estudio de más de 20 eventos públicos de videojuegos en Canadá y Reino Unido que oscilaban entre los 2.500 participantes hasta los 20. Además de observar el comportamiento de miles de participantes también se realizaron minuciosas encuestas a una muestra de 378 jugadores, muchos de ellos usuarios habituales de juegos online.
"Nos encontramos con que los jugadores presentaban muchos comportamientos sociales a la vez: Ver partidas, hablar, beber y charlar online", comenta Taylor. "Los videojuegos no eliminan la interacción social, la complementan".
"Esto es cierto independientemente de qué juegos se estén jugando y de si el comportamiento de un jugador online es altruista. Por ejemplo, un jugador puede ser totalmente implacable en el juego y aun así socializar de forma normal offline".