“Agradecemos a nuestros seguidores su entusiasmo por marcas como Assassin’s Creed o Ghost Recon, pero también creemos que es un buen momento para invertir en nuevas IP [propiedades intelectuales]”, dice Corre en una entrevista concedida a MCV. “Están apareciendo nuevas tecnologías; el PC sigue avanzando rápidamente, el próximo año tendremos nuevas consolas, la tecnología de streaming ya está aquí y el juego cruzado también es algo que entusiasma a los jugadores, así que nosotros pensamos que es el momento adecuado para crear nuevas IP y géneros”.
No es extraño ver a Ubisoft dar vida a nuevas propiedades intelectuales. Durante el E3 2019 la compañía francesa se presentó con dos nuevos juegos, Gods & Monsters, una creación del equipo responsable de Assassin's Creed Odyssey que si logra la aprobación de los jugadores se convertirá en franquicia, y el free-to-playRoller Champions. Los franceses también tienen en camino Skull & Bones, otra nueva propiedad intelectual a la que le está costando completar su desarrollo.
Poner a la venta nuevas propiedades intelectuales al inicio de una generación es una estrategia de éxito para Ubisoft. Assassin’s Creed debutó un año después de la llegada de PlayStation 3 y Xbox 360, mientras que el lanzamiento de Watch Dogs se produjo medio año después de la puesta en venta de PlayStation 4 y Xbox One. Ahora ambos juegos son franquicias. PlayStation 5 y Project Scarlett aterrizarán a finales de 2020. Para Ubisoft no solo se trata de vender juegos, a partir del 3 de septiembre también deberá nutrir de contenido el servicio prémium Uplay+.