La empresa ha intentado no crear demasiada expectación en torno a su estreno en Wall Street para no cometer los mismos errores que en la salida a Bolsa de Facebook, cuya elevada valoración de precios provocó grandes caídas durante los primeros meses. Además, la red social del pájaro ha escogido un momento más favorable para ofrecer acciones que la empresa de Zuckerberg, ya que el mercado de OPVs se encuentra en estos momentos al alza en el sector tecnológico.
Pese a la entrada en la Bolsa de Nueva York pisando la alfombra roja, la oferta pública de la red social todavía plantea serias dudas. Pese a que Twitter duplicó en un año su facturación de julio a septiembre (hasta los 169 millones de dólares), las pérdidas se multiplicaron por tres en el mismo período respecto al año pasado (hasta los 64,4 millones). Debido a estas cifras, los analistas comparten serias dudas sobre la capacidad de la red social para capitalizar sus más de 200 millones de usuarios y generar beneficios en el futuro.
El dato positivo en la red social de moda lo representa la migración hacia los terminales móviles de sus usuarios, que ya se sitúa en el 76%. Esto permitirá maximizar los ingresos de la compañía mediante sus tweets, cuentas y trends promocionados. Al mismo tiempo, la base de usuarios no deja de crecer, escalando un 39% a lo largo del último año.