La razón por imponer un porcentaje y no una cantidad fija es porque el juez encontró altamente probable que el precio de Nintendo 3DS se reduciría, al bajar con el tiempo el coste de la tecnología que se encuentra detrás de la portátil. Esta decisión se produce después del fallo emitido en agosto del 2013 donde se le concedió a Tomita el pago de 30,2 millones de dólares, que finalmente fue recortado a 15 millones.
“Si, como Tomita indica, la tasa por royalties se expresa en un montante fijo en dólares por unidad vendida, Tomita se quedaría con una proporción cada vez mayor por cada venta de la consola a medida que el precio se redujera”, escribe el juez Rakoff. “Esto daría como resultado una ganancia salarial inesperada para Tomita y, en consecuencia, el tribunal prefiere una tasa por royalties expresada como un porcentaje del precio al por mayor”.
Además de abonar a Tomita el 1,82% (unos 3 dólares actualmente) del precio al por mayor de cada 3DS vendida, Nintendo también deberá pagar 241.231 dólares en concepto de daños.