Google ha sido largamente criticada por su colaboración con las autoridades chinas, censurando en su versión local del buscador todos los contenidos prohibidos por el gobierno comunista. Pero esta colaboración podría tener los días contados, ya que tal y como explica la compañía en su blog oficial ha decidido dejar de filtrar los resultados, aunque ello suponga tener que cerrar su delegación china y abandonar el país.
El detonante para este cambio de política ha sido una serie de sofisticados ataques recibidos, dirigidos a la obtención de información de activistas pro derechos humanos en China y personas de su entorno. Además, Google también afirma que la misma fuente ha atacado al menos otras 20 grandes compañías, tecnológicas, financieras, químicas o de medios de comunicación, entre otros sectores, dando a entender que las autoridades chinas podrían ser las responsables.