La promesa de Google es ofrecer una plataforma de videojuegos con acceso instantáneo a su biblioteca de títulos desde cualquier tipo de pantalla conectada a Internet, ya sea un televisor, tableta, teléfono móvil u ordenador. Con Stadia no habrá instalaciones, ni parches, ni descarga de archivos. El objetivo inicial de Google es que los juegos de Stadia estén disponibles en resoluciones de hasta 4K y 60 fotogramas por segundo con HDR.
Stadia ofrecerá compatibilidad con diferentes mandos incluyendo el Stadia Controller, que se conecta directamente y vía wifi a los servidores de Google. El mando también incluye un botón para hacer capturas instantáneas y compartir el contenido, así como con un botón y micrófono para el Asistente de Google.
Para poder transmitir los juegos Google confiará en su extensa red de servidores, la misma que actualmente nutre sus múltiples servicios. El hardware consistirá en procesadores a 2.7 GHz, tarjetas gráficas de AMD con memoria HBM2 que ofrecerán hasta 10,7 teraflops, 16 GB de RAM con 484 GB/s de ancho de banda y unidades de almacenamiento SSD. Unos recursos prácticamente ilimitados, que al final se verán ceñidos al dispositivo y conexión que el usuario tenga disponible mientras juega.