Con el instantáneamente famoso selfie, la firma surcoreana Samsung se ha apuntado un tanto publicitario, ya que el smartphone utilizado para realizar la fotografía ha sido un Samsung Galaxy Note 3 con el que la presentadora interactuó además en varios puntos de la gala. Aunque no existe confirmación sobre el patrocinio del fabricante, Samsung ha invertido 24 millones de dólares entre 2009 y 2013 en publicidad dentro de la gala de los Oscar. En esta edición se emitió también un anuncio de cinco minutos presentando el nuevo Galaxy S5.
La presentadora tuiteaba la fotografía junto al texto "Si tan solo los brazos de Bradley fuesen más largos. La mejor foto de la historia" provocando poco después una caída general de la red social de los 140 caracteres debido al masivo número de reenvíos. "Estrellamos y rompimos Twitter", comentó DeGeneres posteriormente en el show, "hemos hecho historia". Por su parte la Academia de cine americana también se refirió al suceso en su propia cuenta de Twitter: "Perdón, culpa nuestra".
Pero aunque Samsung acaparó las miradas en el escenario del Dolby Theatre, irónicamente entre bambalinas el protagonismo fue para Apple. DeGeneres publicó en Twitter varias fotos junto a personalidades por los pasillos del escenario desde su iPhone personal, rompiendo en cierta manera el aire de "espontaneidad" de haber utilizado un Galaxy Note 3.