Dejando a un lado los aspectos comunes con Overwatch, el elemento más destacado de Battleborn es el sistema de progresión similar al de los moba, con la posibilidad de subir el nivel y mejorar las habilidades del personaje que controlamos a lo largo de cada enfrentamiento (con un árbol parecido al de los perks de Borderlands), pero con la vuelta siempre al estado inicial al concluir el escenario. También destaca su incorporación de una campaña que se puede jugar de forma individual o cooperativa con hasta cuatro amigos, con la posibilidad incluso de dos participantes por puesto en pantalla dividida.
Un recorrido por el desarrollo de una partida multijugador de Battleborn
A pesar de la inclusión del modo de campaña y de la posibilidad del control de unidades por la IA, el apartado más importante de Battleborn es el dedicado al enfrentamiento competitivo entre equipos de cinco jugadores. Para aportar variedad contaremos con tres modalidades distintas (Incursión, Devastación y Fusión) que beben de su inspiración moba, con la inclusión de unidades menores no controladas por los jugadores en ambos bandos, la defensa de la base en la que se generan y el enfoque en "líneas de batalla" permanentemente surtidas de objetivos para nuestras balas.
Battleborn llegará a los ordenadores con Windows y las consolas PlayStation 4 y Xbox One, las mismas plataformas para las que hoy hemos visto confirmado el lanzamiento de Overwatch, y tratará de encontrar su hueco en un mercado de híbridos entre juegos de disparos/acción y conquista táctica basada en héroes que parece cada vez más popular. Sin una respuesta clara aún a la pregunta de si el juego incluirá microtransacciones y la naturaleza de los objetos adquiribles con ellas, la forma de aplicación de este modelo económico podría resultar determinante en un título que sí ha confirmado un precio estándar de venta inicial.