Danny Boyle estrena Trust en HBO y José Padilha vuelve a Netflix con Túnel de Corrupción

Benzo
El mes de marzo se presenta con cuatro series que coinciden en ser grandes apuestas basadas o inspiradas en hecho reales. En HBO y de la mano de Danny Boyle viviremos el secuestro de Paul Getty III con Trust; Netflix presenta Túnel de Corrupción de José Padilha para hablar sobre la operación Lava Jato y el asesinato de Gianni Versace en la nueva antología de American Crime Story; y Amazon Video se queda con The Looming Tower, miniserie que adapta el libro homónimo de no ficción que explica cómo se llegó al atentado de las Torres Gemelas del 11S y por el cual Lawrence Wright ganó el Premio Pulitzer.

El primer capítulo de Trust estará disponible en HBO el lunes 26 de marzo, pocas horas después de que FX lo estrene en Estados Unidos. Esta producción con guión de Simon Beaufoy, ganador de un Oscar por Slumdog Millionaire y socio habitual de Boyle, explica la historia de John Paul Getty III (Harris Dickinson), un joven de 16 años que el 10 de julio de 1973 fue secuestrado en Roma por la mafia. Podría ser un rapto más en la Italia de los 70, pero estamos ante una historia basada en hechos reales protagonizada por el heredero del clan Getty, una multimillonaria familia petrolera.

Cuando la mafia calabresa secuestró a Paul Getty III confió en que podrían conseguir fácilmente un rescate multimillonario gracias al patrimonio de su parentela, pero nada salió como habían pensado. El padre de Paul vive en Londres enganchado a la heroína y no descuelga el teléfono, mientras que su abuelo, uno de los hombres más ricos del mundo, se encuentra confinado en su mansión con cinco amantes y un león como mascota. La única que parece preocuparse por el heredero de los Getty es su madre, que debe negociar con unos secuestradores que cada día están más desesperados.

En los años 70 Paul Getty III era un joven entregado a la vida bohemia y, cuando la noticia de su secuestro llegó a la policía italiana, esta no lo creyó y pensó que se trataba de una argucia para conseguir el dinero de su familia. No era un razonamiento descabellado a sabiendas de los líos en los que se había metido nuestro protagonista. En su nota los secuestradores pedían 17 millones de dólares. Cuando la madre de Paul le dijo a la mafia que no tenía el dinero la invitaron a pedírselo a su suegro, un personaje tan tacaño que llegó a instalar una cabina telefónica de pago en su casa.

Trust no es solo la historia de un rocambolesco secuestro, es también un viaje por el interior del multimillonario petrolero Jean Paul Getty (Donald Sutherland) y las tribulaciones de su familia. Este personaje no aceptaba jugar con las reglas de los demás, carecía de empatía y fue considerado un monstruo por negarse a pagar el rescate de su nieto. Pero él seguía su lógica: “tengo catorce nietos, si entrego el rescate de uno de ellos tendré 14 nietos secuestrados”, llegó a decir. La crónica nos dice que el joven Getty fue liberado, pero su abuelo no traicionó su avaricia y no lo puso nada fácil, ni a su nieto, ni a los secuestradores, ni a su propia familia.

Recientemente se ha estrenado Todo el dinero del mundo, una película de Ridley Scott basada en los mismos hechos que Trust.

Túnel de corrupción (O Mecanismo en portugués) se estrenará al completo en Netflix el viernes 23 de marzo. En este nuevo trabajo el director y productor José Padilha (Narcos, Tropa de Élite) y la guionista Elena Soarez (Hijos del Carnaval) juegan en casa con una serie que se inspira en la operación Lava Jato (Autolavado), la mayor investigación de corrupción de la historia de Brasil. Durante su desarrollo han quedado retratados máximos mandatarios como Lula da Silva y Dilma Rousseff o empresas como la petrolera Petrobras y la constructora Odebrecht, dos de los buques insignias de la prosperidad de Brasil.

En Túnel de Corrupción los espectadores seguiremos a un pequeño pero obstinado grupo de investigadores que descubre cómo la corrupción se ha instalado en el funcionamiento del sistema, tanto público como privado, de Brasil. Todo empezó con unas pesquisas relacionadas con el lavado de dinero, pero tirando del hilo se descubrió todo un mecanismo de corrupción en el que estaban implicados decenas de políticos, empresas y países, la mayoría en América Latina. Se sospecha que llegaron a mover, entre lavado de dinero y pagos ilegales, unos 9.500 millones de dólares.

Pero como es habitual no solo se trata de exponer qué pasó. A José Padilha no le tiembla el pulso a la hora de retratar la realidad de su país, como ya demostró en el pasado con las dos entregas de Tropa de élite. En la primera mostró el trabajo del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE) en su misión para pacificar las favelas ante la visita del papa Juan Pablo II. En la segunda, situada 13 años después, enseñó el desarrollo de la lucha entre la policía militar y las milicias. Dos recomendables cintas que tienen como protagonista a Wagner Moura, actor fetiche de Padilha pero al que no veremos en Túnel de Corrupción.

Los responsables de operación Lava Jato no tenían mucha fe en poder llegar a algo importante. Un par de detenciones, algunos titulares que se desvanecen en horas y acabou em pizza, una expresión brasileña que se usa cuando alguien, especialmente un político, sale impune de un delito. Pero no fue así, la investigación que inicialmente condujo a la detención en 2015 de Nestor Cerveró, para entonces director de Petrobras, terminó con el desmantelamiento de una red de corrupción sin precedentes que debido a su extensión internacional podría ser una de las mayores del mundo.

De Túnel de Corrupción debemos esperar ver qué implicó para Brasil la operación. Si Lava Jato se convirtió en un mastodóntico caso fue gracias a que la justicia se mostró independiente y se atrevió a desafiar a los políticos y empresarios que hasta entonces se consideraban intocables. Un caso que permitió ver cómo una larga lista de personas con poder, ejecutivos corporativos y políticos, eran detenidos de forma preventiva y llevados a prisión sin fianza para presionarlos con el objetivo de que hablaran a cambio de un trato. Una exposición de la corrupción sistémica en la política brasileña que provocó en la opinión pública una ira lo suficientemente fuerte como para derribar a un gobierno y dejarlo al borde del colapso.


A lo largo de 10 episodios que llegarán a partir del viernes 9 de marzo a Amazon Video, The Looming Tower nos explicará cómo fue posible que, el 11 de septiembre de 2001, un grupo de miembros de Al Qaeda consiguiera con éxito secuestrar aviones comerciales para hacerlos impactar en las Torres Gemelas y el Pentágono. Un acto terrorista que cambió el mundo, conmocionó a los Estados Unidos, causó más de 3.000 muertos y nos llevó a la Guerra de Irak.

The Looming Tower nos sitúa entre los años 1998 y 2001 para presentarnos a un par de organizaciones en conflicto: el FBI capitaneado por John O’Neill (Jeff Daniels) y la CIA representada por Martin Schmidt (Peter Sarsgaard). O’Neill y Schmidt defienden dos enfoques muy diferentes a la hora de lidiar con la creciente amenaza que suponen Osama bin Laden y Al Qaeda. El primero sostiene que debe tratarse a la organización terrorista y a sus miembros como criminales para arrestarlos y llevarlos a juicio, mientras que el segundo los ve como combatientes enemigos a los que se debe bombardear. La serie no busca emitir un dictamen político, se limita exponer qué pasó para que sea el espectador quien saque sus propias conclusiones.

El problema no es que el FBI y la CIA tuvieran visiones separadas sobre cómo tratar la amenaza terrorista, su tremendo error fue llevar dos investigaciones separadas, abrir una guerra interna entre agencias y tratarse una a la otra con absoluto desprecio. Una mala gestión, disputas interdepartamentales, ausencia de intercambio de información, burocracia, luchas internas y mala gestión de egos que nos llevaron al 11 de septiembre de 2001, el atentado terrorista que durante años tanto el FBI como la CIA habían intentado evitar.

En Estados Unidos la crítica ya ha podido ver los primeros episodios de The Looming Tower y se muestra unánime a la hora de poner por las nubes el implacable ritmo de la serie. También coinciden en el gran papel de Jeff Daniels (The Newsroom) y en la interpretación de Tahar Rahim (Un Profeta) como Ali Soufan, un agente del FBI musulmán de origen libanés que se indigna tanto por la forma en la que se demoniza su religión como por la manera que los terroristas la retuercen para su causa.

Detrás de las cámaras de The Looming Tower tenemos a Craig Zisk (Weeds, Shameless, Alias, Nip/Tuck) en la dirección, Dan Futterman (Capote, Foxcatcher) como responsable del guión y Alex Gibney, unos de los más grandes documentalistas de Estados Unidos, en la producción ejecutiva. Si no hay una película de The Looming Tower que con este reparto podría optar a los Oscar es porque dos horas no son suficientes.


No abandonamos el “basado en hechos reales” para comentar que El Asesinato de Gianni Versace: American Crime Story, estará disponible al completo a partir del 30 de marzo en Netflix. La nueva entrega de la antología de Ryan Murphy llega con el reto de como mínimo igualar The People v. O.J. Simpson; algo difícil de conseguir a pesar de contar una historia cuyo protagonista era una celebridad mundial que se codeaba con todas las estrellas de Hollywood y cantantes pop de los años 80. Además, Versace no era un diseñador discreto, su estética exuberante y su vida repleta de lujos y opulencia no pasaron desapercibidos por nadie.

El Asesinato de Gianni Versace: American Crime Story basa su historia en tres tramas y una estructura que va hacia atrás y empieza por el final, con la muerte del diseñador la mañana del 15 de julio de 1997. Por un lado tenemos a Antonio D'Amico (Ricky Martin), la pareja de Versace (Édgar Ramírez) que nos abre una ventana a la comunidad LGTB en una época donde aún era perseguida por varios sectores (incluido el institucional); a su hermana Donatella Versace (Penélope Cruz) que tendrá la misión de mantener y dar continuidad al imperio; y Andrew Cunanan (Darren Criss), un personaje cuya historia nos revelará por qué se convirtió en un asesino en serie cuya última víctima fue Versace.

En Estados Unidos la crítica considera El Asesinato de Gianni Versace: American Crime Story inferior a la entrega centrada en O.J Simpson, sin embargo le ha dado un notable visto bueno. Pero las audiencias no acompañan y el último episodio emitido (2x05) registró menos de un millón de espectadores. Debido al personaje y al ser una historia mucho menos conocida es posible que en su periplo internacional la obra producida por Ryan Murphy funcione mejor. En España además de Netflix la serie también se podrá ver en abierto mediante algún canal de Atresmedia, en una fecha aún por revelar.


Del resto de estrenos destacamos que HBO colgará el jueves 1 todas las temporadas de Oz, un drama carcelario que pasa por ser una de las primeras series con el sello de la cadena y que no llegó a emitirse completa en España; Jessica Jones volverá a Netflix el jueves 8 con una segunda temporada casi tres años después de la primera; el miércoles 14 en Movistar debutará Rise, la nueva serie creada por Jason Katims (guionista y productor de Friday Night Lights) y Jeffrey Seller, productor del musical Hamilton; la segunda temporada de la excelente The Good Fight estará disponible en versión DUAL el jueves 15 en Movistar; y los integrantes de la startup Pied Piper regresan con la quinta temporada de Silicon Valley el lunes 26 tanto en HBO como en Movistar.

Antes de finalizar con el calendario de todos los estrenos confirmados de marzo comentar que Ryan Murphy (American Horror Story, American Crime Story) ficha por Netflix para los próximos cinco años a cambio de unos 300 millones de dólares; HBO se ha quedado con Demimonde, la nueva serie de J.J. Abrams; mientras que Amazon trabaja en la adaptación televisiva de Conan el Bárbaro y adquiere los derechos de Pensad en Flebas de Iain M. Banks. También tenemos siete series renovadas: Suburra (T2), Grace and Frankie (T5), High Maintenance (T3), Crashing (T3), Bosch (T5), Suits (T8), Mira lo que has hecho (T2).

Imagen Netflix (rojo), HBO (negro), Movistar (azul), Amazon (verde) y canales lineales (amarillo).
Sobre el autor » Benzo

Empecé con una NES a finales de los 80 y todos los 90 los pasé junto a SNES, N64 y una PlayStation prestada. El nuevo siglo me trajo una PS2 y más adelante una Xbox. Jugador de PC desde hace años, seguidor de Blizzard, lector y seriéfilo.

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