Según el memorando interno al que ha tenido acceso la BBC, ARM pide a sus empleados que suspendan todas las operaciones con Huawei y sus compañías subsidiarias, con el objetivo de cumplir con el reciente bloqueo impuesto por Estados Unidos. Una situación que se produce a pesar de que ARM es una compañía con sede en el Reino Unido y propiedad del grupo japonés SoftBank. Sin embargo, los diseños de los chips de ARM incluyen tecnología de origen estadounidense y la compañía cree que están afectados por la prohibición del gobierno Trump.
Desde hace más de una década los diseños y arquitectura propiedad de ARM son la base de casi todos los chips para dispositivos móviles. Las grandes tecnológicas de todo el mundo que fabrican sus propios chipsets incluyendo Apple, Samsung, Nvidia o Qualcomm, recurren a sus diseños para sacar adelante los procesadores que dan vida a sus productos. También lo hace Huawei, que sin la licencia de ARM no podrá fabricar el próximo chip Kirin para teléfonos móviles o los Kunpeng para servidores de datos.
A corto plazo la decisión de ARM no afecta a Huawei, ya que la licencia para fabricar el Kirin 980, el procesador que alimenta sus más recientes teléfonos móviles como los P30 y P30 Pro, ya hace tiempo que fue expedida. Huawei podría llegar a sobrevivir sin componentes o servicios ofrecidos por compañías estadounidenses, pero un veto permanente a los diseños y arquitectura de ARM podría ser un reto mucho más difícil de superar.
Actualización: En declaraciones a The Verge, Huawei dice entender las presiones políticas que reciben algunos de sus socios, pero la compañía se mantiene optimista y espera que la situación se pueda resolver.